Arquitectura: Un eco del pasado que define el futuro de la humanidad
Principios arquitectónicos de hace 2.000 años para guiarnos y entender mejor el presente. Con Pep Campoy.
Vitruvio, nuestro maestro de la antigüedad, esculpió estas reglas atemporales en su tríada de “firmitas”, “utilitas” y “venustas” (firmeza, utilidad y belleza). ¿Cómo aplicarlas a nuestro trabajo hoy en día? Pep nos propone una reflexión tradicional y contemporánea.
↓ Firmitas, utilitas y venustas
La “firmitas” es la espina dorsal de cualquier proyecto arquitectónico y el núcleo que garantiza la resistencia, estabilidad y durabilidad. Esta base sólida es fundamental, tanto en la arquitectura como en nuestra vida diaria. Y es que, nada puede erigirse con éxito y perdurar en el tiempo sin una base sólida.
La “utilitas” implica que la arquitectura, además de ser resistente, debe servir a un propósito. Es una invitación a la eficiencia y a la funcionalidad. El diseño arquitectónico debería considerar la vida cotidiana y hacerla más accesible si quiere pervivir en el largo plazo.
La “venustas” o belleza es un lujo que, si se puede permitir, mejora enormemente cualquier proyecto. Un edificio puede ser fuerte y útil, pero si también es bonito, se transforma en una obra de arte.
Lo curioso, es que los 3 principios de Vitruvio no deberían tener solo aplicación a la arquitectura, sino también a nuestra vida y nuestro trabajo.
Piénsalo así: cada uno de nosotros es como un píxel en que forma parte de un gran mosaico. Cada píxel es único y aporta su propio color y luz, pero todos juntos forman una imagen más grande.
Esto significa que si aplicamos los principios de firmeza, utilidad y belleza a todas nuestras acciones, contribuimos a la creación de una imagen más rica y vibrante de nuestra sociedad y del mundo en el que vivimos.
↓ Construyendo una nueva imagen de la arquitectura
Pero, ¿cómo impactan estos principios milenarios en el nuevo paradigma de la arquitectura?
El 'firmitas', en la era de los edificios inteligentes, incorporará la eficiencia energética y la sostenibilidad como componentes integrales.
La 'utilitas' se expandirá para cubrir no solo la utilidad de las construcciones, sino también su accesibilidad e inclusividad.
La 'venustas', la belleza, se fusionará con la innovación. La estética de los edificios se volverá más experimental, incorporando tecnologías y materiales que, además de hacerles visualmente atractivos, impactarán en el bienestar y la felicidad de sus habitantes.