Humanizando la arquitectura: el poder curativo de los espacios en el sector salud
Cómo los espacios interiores impactan en nuestras emociones y bienestar, estimulando procesos de recuperación. Con Alejandra Calderón.
↓ La carencia detectada
Alejandra es arquitecta y diseñadora de interiores. Su relato nos invita a reflexionar sobre el impacto de los espacios construidos en nuestra calidad de vida, especialmente la de los espacios médicos.
Todos conocemos bien la sensación de entrar en un hospital…
Estos lugares normalmente priorizan funcionalidad y eficiencia, careciendo de calidez e incluso llegando a tener efectos negativos en los procesos de recuperación de los pacientes.
La propuesta de Alejandra implica una evolución en el diseño de interiores, redefiniendo lo que significa un hospital, una clínica, o cualquier otro espacio médico. Un nuevo enfoque que considera la emoción, la calidez y la humanidad como factores clave para la salud, y por lo tanto, inherentes al diseño de estos espacios.
↓ Neuroarquitectura y Biofilia
La misión de Alejandra se centra en promover el bienestar, más allá de la eficiencia, en los espacios de atención médica.
Para lograrlo, adopta los principios de la neuroarquitectura y la biofilia, para la creación de ambientes que apoyan la salud y el bienestar de pacientes y personal médico:
La neuroarquitectura, combinando neurociencia y diseño para crear espacios que apoyan la salud emocional. La biofilia, poniendo en valor la conexión innata de los seres humanos con la naturaleza, y apostando espacios que incorporan elementos naturales para fomentar el bienestar.
En sus diseños, Alejandra incorpora elementos que pueden parecer insignificantes, pero que tienen un impacto profundo en la experiencia del paciente: luz natural, vistas a la naturaleza, texturas y colores naturales, sonidos agradables y demás elementos que invitan a la calma y el relax.
↓ Espacios sanos, personas sanas
Esta visión humanista y centrada en las personas, reconoce estos espacios más allá de su función, como el escenario en el que se desarrolla la historia de vida de cada paciente: siendo testigo de momentos de fragilidad y resistencia, de dolor y esperanza, de enfermedad y recuperación.
Este enfoque no solo es relevante para los profesionales del diseño y la arquitectura, sino también para los administradores de hospitales y clínicas, o cualquier persona interesada en mejorar la calidad de la atención médica.
Porque la arquitectura puede y debe ser una aliada en la promoción de la salud.
↓ Conoce más acerca de Alejandra
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